lunes, 11 de enero de 2010

Ochentismo


Es indudable que el internet ha sido uno de los factores más importantes de los últimos años para dar a conocer diversos tipos de informaciones y/ o movimientos. Es así que por este mismo medio se ha gestado lo que podría ser un nuevo movimiento literario –poético, para ser más específico-, el Ochentismo, un término que seguramente ya ha sido adaptado para varias corrientes artísticas, pero ahora adoptado por los poetas Alberto Madariaga, el chileno Jaime Araos y un servidor.


Una corriente de escritores nacidos en la década de los años 80, que, viendo mucha de la poesía contemporánea de estos días, se han dado a la tarea de resucitar la poesía en verso con estructura métrica y rima, retomando todas aquellas reglas de la poesía clásica con versos de arte mayor y menor en sus diversas estructuras. Haciendo de su estructura favorita el soneto -que no la única-, la tinta de los escritores de esta generación bien puede gritar al descontento social, al amor, al miedo, al odio y a muchísimas cosas sin niguna otra razón que sea el gusto de hacerlo por su propia mano.
A continuación presento autores de este movimiento y un tema de su autoría. Por orden alfabético:


Andrés Amendízabal (México)

Te piensas sombra

Por más asido tenga la locura
vendría a bien hacerse de humildad,
asir su boca en fina brevedad
y darse un tiempo para hallar bravura.

Pues cuando se va yendo la cordura,
la ánima se torna nimiedad;
y tú, Penumbra, cuando de verdad
consigas causa, habrá de ser premura.

No al paso volverás a ver la vida
si piensas argumentos aburridos,
si el labio expresa un modo deprimente.

¿No ves que la oscurana de tu mente
es más que falsa, y todos sus sonidos
son hechos por la crápula suicida?

Y luego, ya abatida,
su espíritu errará sin paz alguna,
sintiendo que jamás probó fortuna.

Jaime Araos (Chile)

Luna

En pos de nuestro bien, la santa estrella
desciende frescamente al mar ignoto.
Su trazo formidable pinta al soto,
que sopla alrededor de su centella.

Parece por su chispa de querella
un trueno angelical que luce roto
si falta en su interior el solo voto
del mundo al que trastoca con su huella.

La flor de mi entusiasmo ha despertado.
Las formas de mi amor no admiten vallas.
La flecha que penetra en su costado

testigo es del clamor con el que acallas
el vano lamentar de mi cansado
correr por mor al triunfo en las batallas.


Luciano Bachio (Argentina)

Loca hortaliza

Si me alumbras, tomate, guacamole.
Si me azotas, cebolla, soy mandioca.
Si me besas, patata, trago coca.
Si me botas, morrón, te doy pinole.

No te irradio, pepino, si es atole.
No te auxilio lechuga gusto a noca.
No te protejo, puerro, ¡qué chuchoca!
No deletreo, nabo, no es un tole.

¡Qué no llores hinojo chupa-sal!
Si se te antoja, cardo, bebe al sol.
Si me escupes, lenteja… ley penal.

Si me atosigas, haba, te hago col.
No vibres, berenjena, coge el grial.
No grites, zanahoria, ¡sé frijol!


Alberto Madariaga (México)

Enfermo

No duermo, ya no pienso, no respiro.
Prendido de un guijarro fluorescente,
me encuentro, sin la fuerza, que, imponente,
mantuvo siempre intacto a mi suspiro.

Y mírame Señor, que en vano giro
sobre un consuelo acaso inexistente;
porque me encuentro ansioso y penitente,
cuando su linda imagen nunca miro.

Y puede ser su negra cabellera,
o el eco de su voz, que me ha postrado,
o su mirar de cándida hechicera.

Muy poco importa ya, qué me ha golpeado,
porque me encuentro enfermo y no hay manera,
de que me cure al fin, sin su cuidado.


Trejo (México)

Asumo el hecho

Al sol descomunal, bajo este techo,
columna vertebral que me reclama,
¿Qué hacer con la verdad? Asumo el hecho,
y en vez de libertad quiero mi cama.

¿Qué hacer con tanto espacio tan violento?
teorizo y especulo mis verdades;
serena introspección, entorno lento;
mi mundo en una “sub” de realidades.

Quise entrar en razón viendo la noche
pragmático en el mundo abracadabra;
fui aquel que la cordura no conoce.

Tan poco tuve y dado fue a derroche
al no juntar palabra con palabra,
fui aquél que su locura reconoce.


Texto por Jesús Cáñez.
Poemas de los autores ya citados.