Conforme los años pasan

Es curioso esto del tiempo
que se muere  y siempre avanza:
por ejemplo, en mi experiencia
-ai’ disculpen que comparta-,
me di cuenta  que el carácter
se hace grande con la carga,
y si más corre el reloj,
muerdo más esa manzana
de la gran sabiduría
que es la vida y la enseñanza.
Y permitan que presuma,
sin afanes de arrogancia,
de mi ingente aprendizaje,
conforme los años pasan.
Y es que el tiempo se ha encargado
de poner en mis palabras,
la manera de quitarme
las losas sobre la espalda.
Así también con traiciones,
con besos y bofetadas,
se hace egregio el sentimiento
que conlleva la confianza:
para bien o para mal
uno se hace de sus armas.
Y permitan que termine,
sin afanes de arrogancia,
diciendo que soy mejor
conforme los años pasan.

Les deseo de todo corazón que este año que empieza esté lleno de bendiciones, salud, armonía y sabiduría. Gracias a todos los que en el transcurso de este 2010 entraron a cortar tunas y a los venideros también -nomás porque así soy yo de agradecido-. Muchas gracias y ¡Feliz año nuevo!

Texto: Jesús Cáñez.
Imagen: Jesús Cáñez.
Twitter @jespaca